miércoles, 2 de marzo de 2016

Planeta

Cuando los políticos pierden la capacidad de convencer, cuando lo que se defiende se aleja cada vez más del interés común y se convierte en un juego de minorías luchando por el poder para controlar a una mayoría. Cuando realmente no se sabe si la política es el primer eslabón de la cadena o son los bancos –el mercado financiero- los que realmente dirigen e imponen la realidad que nos ha tocado vivir. Cuando vemos que en Estados Unidos un multimillonario xenófobo como Donald Trump puede llegar a gobernar el mayor imperio del planeta. Cuando todo esto sucede… cabe preguntarse si el ser humano puede estar llegando a la demencia colectiva. Cabe preguntarse si a costa de mirar nuestros propios intereses –cegados por la necesidad de consumir como medio de felicidad- nos estamos olvidando del verdadero interés común de la sociedad y estamos ahogando nuestro planeta, dejándolo sin oxígeno, agotando todos sus recursos, en un desenfrenada lucha por tener más y más. Hace unos días, en la entrega de los premios Óscar, el actor y ecologista Leonardo DiCaprio expresó que “el cambio climático es la amenaza más urgente”. Nos invitó a pensar que no demos este planeta por sentado y a comprender que esta política de la avaricia que globaliza el mundo no puede seguir alimentándose. Sin duda, esta crisis nos afecta a todos y obviarla no hará que desaparezca. Considero que el camino principal es la educación. Es necesario un cambio de conciencia radical, un cambio de valores, humanistas, comprometidos con el planeta, capaces de trascender este descontrolado materialismo. La educación en valores facilita aprender a ser felices con menos, pues lo que realmente nos llena no se puede comprar.

La Tribuna de Albacete, 2-3-2016

Compartir esta entrada:

Bookmark and Share

Entradas relacionadas:

Related Posts with Thumbnails